jueves, 28 de octubre de 2010

PONENCIAS: I encuentro de Investigadores en Didáctica de las Ciencias Sociales

E. PANEL: Ciencias sociales y prácticas
LAS PRÁCTICAS PEDAGÓGICAS EN LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA Y LAS CIENCIAS SOCIALES

Profesora: Aceneth Perafán Cabrera

Resumen

Las prácticas pedagógicas desarrolladas por el docente en el aula pueden contribuir a despertar el interés por parte del estudiantado en los diversos temas a desarrollar, asimismo pueden favorecer su reflexión acerca de los procesos que condujeron a ese conocimiento, facilitar su ubicación en el contexto científico-social contemporáneo y su formación crítica, académica y cultural frente a las problemáticas propias de su cotidianidad, para lo cual resulta esencial el empleo de herramientas que ayuden a fortalecer el conocimiento, el pensamiento y la reflexión.

En distintos contextos del mundo subsisten muchos problemas que resultan comunes en lo que respecta a la enseñanza de la Historia y las Ciencias Sociales y la mayor parte de éstos guardan muchas similitudes en la manera como se manifiestan, pues tienen causas análogas. Se trata de problemas de tipo educativo que la mayor parte de las veces no son objeto de mucha preocupación por parte de la población. Por tanto, resulta importante indagar acerca de los diversos aspectos involucrados durante el proceso de enseñanza y aprendizaje, pues de esta forma se pueden superar los diversos obstáculos que se presentan.

En la Educación Secundaria resulta esencial velar porque las prácticas pedagógicas implementadas posibiliten que el estudiantado tenga un papel activo, crítico y creativo con respecto a su realidad, por ello es esencial el óptimo empleo de métodos de enseñanza-aprendizaje de la Historia y las Ciencias Sociales que sean innovadores y que vayan más allá del marco tradicional que se ha venido utilizado en el proceso educativo.

Para ello es necesario acudir a los aportes que se desarrollen desde el campo de la investigación didáctica, a fin de conocer en mayor profundidad lo que ocurre en las aulas cuando se enseña Historia y Ciencias Sociales. En este sentido cabe preguntarse: ¿qué ocurre en las aulas cuando se enseñan y aprenden Ciencias Sociales, Historia, Geografía? La enseñanza de la Historia y las Ciencias Sociales como práctica de enseñanza es también una práctica social que se desarrolla contrastando las propuestas de los marcos disciplinares- didácticos, con la dinámica del trabajo de aula y su consiguiente proceso de investigación y evaluación.

Es importante recordar que uno de los objetivos centrales que se desprende del proceso de enseñanza por parte del profesorado es contribuir a la formación de ciudadanos críticos y reflexivos, para lo cual se le debe brindar al estudiantado todas las herramientas teórico-prácticas que posibiliten su óptimo aprendizaje.

Las Prácticas Académicas y de consumo cultural referidas al Modelo Educativo de Aprendizaje Activo de la Universidad Icesi: una experiencia significativa para el campo de la Didáctica de las Ciencias Sociales

El Departamento de Estudios Psicológicos de la Universidad Icesi, ha considerado de gran relevancia el reconocimiento de los perfiles de los estudiantes de la Universidad, partiendo de la premisa que el estudiante es uno de los actores fundamentales de la vida universitaria; el aproximarse a un perfil del mismo permitirá su comprensión como insumo para el emprendimiento de acciones asertivas orientadas a hacia la pedagogía, la didáctica, el bienestar, entre otros. Bajo esta perspectiva hacemos referencia que para varios autores (De Garay, 2004; Grennon & Brooks, 1993) solo es posible un aula renovada y prácticas formativas novedosas, si se conoce y asume cuál es el punto de vista de los estudiantes sobre su lugar, su ethos y sus prácticas formativas. Además de este aspecto positivo que justifica cualquier acción Institucional que se dirija a conocer y comprender el mundo estudiantil, las problemáticas que son propias de la experiencia cotidiana de los y las estudiantes universitarias, pueden relacionarse con los desempeños académicos y profesionales (Orejuela y Ravelo, 1999), lo cual exige tener un mayor acercamiento hacia las características socio-demográficas, académicas y culturales, habituales de los estudiantes de la Universidad ICESI. Con estas premisas en mente, se propuso la Investigación Prácticas Académicas y de Consumo Cultural en jóvenes de la Universidad Icesi.

Esta investigación nos permitirá identificar los perfiles de los y las estudiantes de la Universidad a partir de dos categorías principales: las prácticas académicas y las prácticas de consumo cultural. Dado que la Universidad forma a los estudiantes usando un modelo de pedagogía activa, asumimos que las prácticas que realicen los estudiantes y docentes, deben estar acordes con el modelo pedagógico. En esta medida, la investigación ha buscado reconocer cuáles son las prácticas académicas que tienen los y las estudiantes de la Universidad y la didáctica que de ellas subyacen. Aunque la orientación de la investigación se dirige a los estudiantes de todas las carreras, y no únicamente a los de ciencias sociales, el tener datos de una muestra representativa de todos los estudiantes de la universidad, nos permite identificar cómo se observa la didáctica en las diferentes carreras desde el modelo pedagógico del aprendizaje activo. Es decir, que podemos conocer qué actividades de aprendizaje realizan los estudiantes de las carreras de la universidad y qué relación tienen éstas con una carrera o área de estudio en particular (en este caso Ciencias Sociales representado por la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales).

La universidad Icesi ha tomado como modelo educativo el aprendizaje activo de sus estudiantes, buscando “convertir a la universidad de ser un sitio de instrucción a ser un genuino centro de estudio” (González, 2000). “Todo el trabajo académico en la Universidad Icesi responde a una política de aprendizaje activo. En ella, el énfasis está puesto en el pensar y en el aprender; y no en el enseñar” (Fernández, 1999 citado en González, 2000). Este modelo educativo, supone unos principios teóricos así como unas prácticas académicas determinadas, las cuales son realizadas tanto por estudiantes como por docentes. Las estrategias que promueven el aprendizaje por parte del estudiante, están compuestas por “un conjunto de actividades de aprendizaje que colocan al estudiante en situaciones en las que debe hacer cosas y debe pensar acerca de lo que está haciendo” (González, 2000).

El aprendizaje activo supone entonces el desarrollo de ciertas actividades por parte del docente y por parte del estudiante. En ambos casos, supone la realización de “tareas” previas a la clase, durante la clase, posteriores a la clase y algunas a desarrollarse a lo largo del semestre.

Para reconocer a los estudiantes y sus prácticas, en la presente investigación aplicamos una encuesta a 354 estudiantes (una muestra representativa de los 4090 estudiantes de la Universidad). Esta encuesta recopila información sobre diferentes temas, algunos trascienden la didáctica en ciencias sociales. Estas prácticas han sido definidas para poder realizar la caracterización de los estudiantes, de la siguiente manera, según la propuesta realizada por De Garay (2003).

Presencia activa en clase: hace referencia tanto a la forma como a la frecuencia de la participación de los estudiantes en la clase. Los indicadores son:  Preguntar en las sesiones de clase Preparar las clases Discutir los puntos de vista del profesor y de los compañeros
Inversión de tiempo en el estudio: hace referencia al tiempo que eventualmente utilizan los estudiantes para realizar las actividades escolares pertinentes a las materias cursadas. Este tiempo es independiente del hecho que los estudiantes participen en la clase o asistan asidua y/o puntualmente.

Indicadores: Número de horas que dedican los estudiantes a realizar las lecturas escolares Número de horas que emplean los estudiantes en hacer trabajos escolares
Responsabilidad formal: se refiere al grado de compromiso y responsabilidad de los estudiantes universitarios. Indicadores: 

Regularidad en la asistencia a clases Llegar puntualmente a las clases

Trabajo en equipo: hace referencia a los distintos niveles de socialización en los que participan los estudiantes y a la frecuencia con la que tienen el hábito de estudiar y/o hacer sus trabajos y tareas escolares en compañía de sus compañeros fuera de las sesiones de clase. Se trata de un indicador que permite observar también el grado de solidaridad y el sentido de pertenencia a una generación que tienen los jóvenes para afrontar su formación académica. Indicadores:

Trabajar sólo (de manera individual) para estudiar, hacer tareas o construir productos evaluativos de las asignaturas cursadas Trabajar en grupo para estudiar, hacer tareas o construir productos evaluativos de las asignaturas cursadas
Producción: incluye la producción tanto sistemática como analítica, es decir, el tipo de texto que los estudiantes producen para sus asignaturas. Los indicadores de producción son: 

Realización de trabajos Realización de controles de lectura
Características personales: las características personales de los estudiantes hace referencia a información particular sobre la forma de aproximarse, sentirse y exigirse frente al estudio por parte de los estudiantes. Los indicadores propuestos son:  Distribución del tiempo Nivel de exigencia Uso de estrategias de aprendizaje
Un ítem adicional que es retomado en la investigación es el promedio académico de los estudiantes, debido a que nos permite relacionar las otras variables con los resultados académicos finales que obtienen los estudiantes como consecuencia de sus prácticas académicas.

Así como es importante identificar las prácticas académicas, también es necesario conocer las prácticas de consumo cultural, acciones que anclan la vida estudiantil con la vida cotidiana, tanto dentro como fuera de la Universidad. En esta medida el conocer cuáles son las prácticas de consumo cultural de los estudiantes nos muestra un panorama de cómo ellos se alimentan de la realidad social a partir de los bienes culturales que hay en ella y de la misma manera, nos presenta cómo los docentes juegan un papel de intermediarios entre estas dos realidades.
En esta perspectiva los estudiantes construyen su conocimiento, cada vez más, a partir del consumo de símbolos culturales globales provenientes de diversos lugares y sometidos a una fugaz permanencia. Nos enfrentamos a “…nuevas formas de percibir, narrar la identidad, y de la conformación de identidades con temporalidades menos largas, más precarias pero también más flexibles, capaces de amalgamar, de hacer convivir en el mismo sujeto, ingredientes de universos culturales muy diversos” (Martin, J. 2000).

Si enmarcamos al estudiante en el medio universitario, nos encontramos entonces con un contexto que en sí mismo oferta diferentes prácticas que rodean la representación, imaginario y sentido que se tiene de estar en la universidad. La oferta de consumo cultural se transforma en cuanto el contexto lo establezca y esto, de una u otra forma, va impactar a este sujeto joven universitario. Los estudiantes en la misma universidad tendrán quizá por vez primera oportunidad de ampliar sus prácticas de consumo cultural (De Garay, A. 2000), esto no significa que la universidad es el único lugar donde el estudiante puede consumir eventos culturales. El tipo de eventos y actividades que prefiera pueden tener relación directa o indirecta con otras variables como la edad, carrera, grupo de identidad al que pertenece, etc. (Lara, D; 2004). La anterior exposición deja en evidencia que existen fuentes culturales que determinan nuestro consumo, entre las que encontramos: La familia, estado, escuela, religión y como institución contemporánea los medios de comunicación, las cuales organizan el universo simbólico y las significaciones que adquieren relevancia para los grupos sociales. A partir de lo anterior, dentro de nuestra investigación se tienen en cuenta 8 categorías de consumo cultural (lectura, tiempo libre, espacios culturales, medios masivos de comunicación, TIC, Video Juegos, Cine y SPA) derivadas de variables socio-culturales como: la ciudad, la comunidad universitaria, etc que son elementos claves para comprender las necesidades, inquietudes y demás intereses que rodean el mundo del estudiante universitario, de cualquier tipo de carrera y así mismo del tipo de conocimiento relevante y clave para que la misión y visión de las diferentes disciplinas consoliden su propósito desde la realidad actual y sus devenires.

En la presente ponencia explicitaremos cómo las prácticas académicas y de consumo cultural de los estudiantes se relacionan con la didáctica de las ciencias sociales, en especial, referidas al modelo pedagógico de aprendizaje activo de la Universidad Icesi, aporte que consideramos interesante socializar para la conformación de la Red Colombiana de Grupos de Investigación en Didáctica de las Ciencias Sociales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Déjanos tus aportes